Un estudio reciente basado en tecnología lidar ha revelado detalles inéditos sobre la notable densidad urbana de una antigua ciudad maya en el estado de Campeche, México, bautizada por científicos como Valeriana.
La investigación, publicada por Cambridge University Press bajo el título “Quedarse sin espacio vacío: lidar ambiental y el abarrotado paisaje antiguo de Campeche, México”, documenta un importante asentamiento con 6 mil 764 estructuras, equivalente a una densidad de 55.3 construcciones por kilómetro cuadrado.
Este descubrimiento se originó a partir de datos de un proyecto de monitoreo forestal realizado en 2013 mediante el uso de sensores lidar, una tecnología de teledetección que utiliza rayos láser para captar detalles en el terreno.
El análisis permite a los expertos observar cómo las antiguas civilizaciones mayas transformaron el paisaje de Campeche en un entorno densamente urbanizado, revelando la magnitud y complejidad de las poblaciones prehispánicas en las Tierras Bajas Mayas, una región donde aún existen importantes áreas sin explorar.
El estudio destaca que el mayor de los dos recintos monumentales en Valeriana presenta rasgos propios de una capital política maya clásica, incluyendo plazas cerradas, una amplia calzada, templos en forma de pirámide, un juego de pelota y un embalse.
Estos elementos coinciden con las características de ciudades maya de gran envergadura, indicando que Valeriana podría haber tenido un papel central en la organización social y política de la región.
Además, los investigadores identificaron una disposición arquitectónica en el asentamiento que sugiere una posible fundación anterior al año 150 d.C. Este hallazgo respalda teorías previas del siglo XX sobre la transformación antropogénica del paisaje de Campeche, que en aquella época ya albergaba comunidades rurales interconectadas con ciudades abarrotadas.
La civilización maya, que alcanzó su esplendor entre el 250 y el 900 d.C., extendió su influencia sobre el sur del actual México, además de áreas que hoy corresponden a Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras.
Según los autores del estudio, el descubrimiento de Valeriana contribuye a llenar lagunas importantes en la comprensión de la red de asentamientos mayas en el sureste de México y subraya la sofisticación de su urbanismo, indicando que aún queda mucho por explorar sobre la organización territorial y cultural de los antiguos mayas.
El equipo de investigación subraya la relevancia de la tecnología lidar en la arqueología moderna, ya que permite desentrañar datos ocultos bajo la densa vegetación, ofreciendo una visión más detallada de las antiguas civilizaciones y sus complejas interacciones con el entorno natural.